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jueves, 21 de noviembre de 2024
Pepe Lara salvó dos vidas el viernes 14 de febrero durante un incendio en Ajofrín y apenas tres días después evitó un robo en una inmobiliaria del casco histórico de Toledo.
Pepe Lara salvó dos vidas el viernes 14 de febrero durante un incendio en Ajofrín y apenas tres días después evitó un robo en una inmobiliaria del casco histórico de Toledo.
Pepe Lara, vigilante de seguridad en la Diputación 09/03/2020marzo 30th, 2020 - Ajofrín

José Lara, a quien todos conocen como Pepe, vivió dos graves incidentes en apenas tres días, los que transcurrieron entre el viernes 14 y el lunes 17 de febrero. Porque este vecino de Ajofrín, quien trabaja como vigilante de seguridad en la Diputación de Toledo, en la capital regional, salvó la vida a dos personas en el incendio de una vivienda en Ajofrín y poco después evitó el robo de una caja fuerte de grandes dimensiones y tremendo peso en una inmobiliaria de Toledo. Ahí es nada…

El mismo presidente de la Diputación, Álvaro Gutiérrez, le ha reconocido tanto su valor como su compromiso cívico, además de agradecerle personalmente el ejemplo que ha dado a los demás.


Y Pepe, ¿qué piensa? encastillalamancha.es ha hablado con él. Y estas son sus palabras…

«Intentamos entrar por la puerta principal de la casa en llamas, pero estaba bloqueada»

«Un pariente que estaba en Madrid me avisó que unos vecinos de Ajofrín le habían dicho que se estaba quemando su casa, que me acercara y viera qué estaba pasando. Yo estaba en el campo, eran sobre las tres de la tarde, y para allá que me fui. Al final no era la casa de mi pariente, sino la de mi amigo Julio…».

Llegó en apenas unos minutos junto a un joven que se encontraba con él «e intentamos acceder al interior de la vivienda por la puerta principal mientras llegaban los servicios sanitarios y la Guardia Civil, pero no pudimos porque estaba bloqueada por dentro».

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Pepe, que se conocía la casa perfectamente, decidió en ese momento que tenían que ir a la parte de atrás, «donde hay una puerta grande, pero también estaba bloqueada». Por lo que su instinto le llevó a reaccionar en milésimas de segundo, «le dije al chaval que venía conmigo que se subiera a mis hombros, yo soy alto, que accediera a los corrales y me abriera por dentro».

Y así fue, aunque todavía les faltaba toparse con otro imprevisto…

Ya en los corrales comprobaron que otra puerta bloqueada les impedía el acceso al interior de la casa, por lo que le dijo a su acompañante que se subiera a un tejado, «que a la mano derecha había un árbol y que por él bajara para entrar en la casa. Y así lo hicimos».

«Tenía la espalda quemada y estaba agarrado a una verja, no quería salir, hasta que le agarré en volandas…»

Una vez dentro, las llamas se estaban comiendo la casa y el humo impedía ver con claridad, pero Pepe observó cómo su amigo Julio, el propietario, quien ya tenía quemada la espalda, «estaba agarrado a una verja de la cocina y no quería salir. Yo le gritaba y gritaba, pero nada… Hasta que le agarré en volandas y le saqué para fuera».

No acababa ahí la historia, porque aún quedaba una segunda persona dentro, «quien también estaba en la cocina, pero detrás de la puerta, y al principio no le vi. Entre un bombero y yo logramos sacarle, se encontraba inconsciente, imagino que por el tremendo humo que había, pero pudimos llevarle fuera».

Pepe no se lo pensó, vio que podía haber personas en peligro y actuó. «¿Que si tuve miedo? Hago las cosas y no pienso en el miedo. Y lo volvería a hacer, sin duda, conociera o no a las personas que estuvieran en peligro. Sí, dicen que los salvé la vida, pero era lo que tenía que hacer, sin más».

Para que se hagan una idea de cómo quedó la vivienda, «el termo eléctrico, que era nuevo y estaba en la habitación contigua a la que se incendió, estaba completamente derretido, imagina la temperatura que alcanzó. Y la casa ha quedado negra, prácticamente destrozada, una pena…».

Mientras, su amigo Julio continúa ingresado en la Unidad de Quemados del hospital de Getafe.

Pepe Lara lleva 27 años trabajando en el ramo de la seguridad privada, de los que los últimos 15 ejerce en la Diputación de Toledo. Tiene 49 años y está en el turno de noche.

Fue precisamente allí, tres días después del incendio que vivió en directo, ya de madrugada, cuando vio por las cámaras de seguridad internas…

Tres días después evitó el robo en Toledo de una caja fuerte de grande dimensiones

«Vi cómo un coche se aproximaba marcha atrás hacia el edificio de la Diputación, con una maniobra rara que no me cuadraba, aunque le vi parar y pensé que era un vecino de la zona. Pero segundos después escuché un ruido seco y salí a la calle, viendo en la puerta de la inmobiliaria que está frente a la Diputación a seis o siete personas encapuchadas, por lo que les grité que qué hacían ahí…».

¿Se lo imaginan?

Acto seguido, «tres de ellos salieron corriendo y escuché cómo uno decía ‘vámonos que nos han visto’. Fue en ese momento cuando vi que ya tenían, preparada para cargarla en el coche, una caja de caudales de grandes dimensiones. Llamé de inmediato a la Policía Nacional, pero les dio tiempo a todos a escaparse. Eso sí, la caja no se la pudieron llevar y se quedó fuera, en la calle».

Fue su presencia la que evitó el robo, efectivamente, y al día siguiente la dueña de la inmobiliaria le agradeció su acto de valor.

Sí, fueron tres días muy intensos para Pepe Lara… Un héroe de carne y hueso, que por fortuna también existen.

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