Siete de las once personas que se han sentado en el banquillo de la Audiencia de Albacete por tráfico de drogas han reconocido los hechos de los que eran acusadas tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía, en una vista oral que se reanudará el jueves 13 con las declaraciones de más testigos. Los hechos que juzga la sección segunda del tribunal ocurrieron en Albacete y Hellín donde, según el escrito de la acusación, había una trama de venta de cocaína que llegaba a varios centros escolares de la población hellinera.
En la apertura de la vista, siete de los once acusados han reconocido los hechos, entre ellos los dos para quienes se pedían las mayores penas de cárcel, R.L.A., para quien se solicitan ocho años y medio de prisión, y R.P.V., siete años y medio.
El primero de ellos vivía en un piso de la capital donde los agentes del Cuerpo Nacional de Policía encontraron «un laboratorio clandestino casero» para transformar y adulterar la cocaína.
El segundo, R.P.V., vivía en Hellín y en su piso se intervino droga que en el mercado hubiera alcanzado un valor de 102.200 euros, según consta en el escrito de acusación, unos hechos que el acusado ha reconocido.
En la acusación se dice que los procesados conformaban una red que empezaba con la llegada de la droga a España, y que la desarticulación se produjo a raíz de la detención de uno de ellos tras aterrizar en el aeropuerto madrileño de Barajas en un vuelo procedente de Bolivia.
La droga era luego distribuida, dice la acusación de la fiscalía, e incluso era vendida por otros acusados en el entorno de institutos de Hellín, también «a menores de edad».
El tribunal ha acordado no realizar de momento los interrogatorios de tres acusados, M.D.P., R.J.M. y G.Y.U., porque sus letrados han pedido la nulidad de las escuchas policiales realizadas, y por consiguiente suspender todas las actuaciones derivadas.