Un ciudadano de nacionalidad rumana, pero que se hacía pasar por un rico empresario griego para ganarse la confianza de sus víctimas, ha sido detenido en Talavera como presunto autor de cuatro estafas. Una vez identificado, se comprobó que había cometido hechos similares en Madrid y que había sido el autor de un delito de abuso sexual a una menor que tuvo lugar en 2016, tal y como ha informado la Policía Nacional.

La cuantía de las cuatro estafas pudo llegar a los 70.000 euros.

Su primera víctima, una mujer de Talavera con quien inició una relación sentimental

Su primera víctima fue una mujer de Talavera, con quien inició una relación sentimental en 2018 y a la que meses después comenzó a pedir dinero prestado alegando diversos pretextos, llegando así a acumular 65.000 euros de deuda. Transcurrido un año sin que le devolviera el dinero, rompieron la relación, aunque el presunto estafador ya había comenzado a buscar otros objetivos entre personas del entorno de su expareja.

De hecho, el siguiente estafado fue el hermano de esta, a quien acudió una vez que finalizó su relación con ella, al saber que estaba interesado en comprar un billete de avión.

Alardeó de tener buenos contactos para conseguir un billete a un precio ventajoso, por lo que le pidió 310 euros para realizar el pago del pasaje. Y apeló a su confianza para que le diera otros 250 euros con el fin de pagar una supuesta multa que debía abonar de manera urgente. Y aunque se comprometió a devolver el dinero rápidamente, nunca sucedió, ni el del billete del avión ni el de la deuda.

Las otras dos víctimas fueron los propietarios de dos establecimientos de los que era cliente habitual. A uno le hizo creer que había recibido una cuantiosa herencia, haciendo ostentación de joyas y artículos de lujo, pero poco después confesó que le habían retenido el dinero, por lo que pidió prestados 700 euros para pasar ese mal momento. A los pocos días le pidió otros 2.200 euros para acondicionar el local en el que presuntamente iba a abrir su negocio y en el que había prometido contratar a un familiar.

El otro establecimiento es una joyería a la que acudía de forma habitual, donde encargó que le hiciesen un colgante valorado en 1.600 euros, con el fin de lucirlo en un importante evento al que debía acudir, y cuyo precio, como bien se pueden imaginar, tampoco pagó.

La Policía Nacional detectó que el detenido había utilizado hasta tres identidades falsas durante su estancia en Talavera con el fin de evitar ser detectado, y que además era buscado por otras tres presuntas estafas en la Comunidad de Madrid.