miércoles, 27 de noviembre de 2024
Actuaron en Ciudad Real y Toledo 14/05/2013junio 12th, 2017

La Guardia Civil ha detenido a siete kosovares y ha imputado a cuatro españoles como presuntos miembros de una organización dedicada al robo con fuerza por el procedimiento del «butrón» en empresas y entidades bancarias, en una operación desarrollada en Madrid, Ciudad Real, Alicante, Toledo y Murcia.

El grupo desarticulado en el marco de la operación «Yulietta» guardaba el material utilizado para cometer los robos en una furgoneta de alquiler que estacionaba en una calle del barrio de Villaverde (Madrid), alejada de sus domicilios y próxima a una zona recreativa con gran afluencia de personas, según el instituto armado.


En la furgoneta, los agentes encontraron gran cantidad de útiles que empleaban en los asaltos como lanzas térmicas, gatos hidráulicos, radiales, inhibidores de frecuencia, transmisores, botellas de gas acetileno, guantes, pasamontañas y linternas.

La Guardia Civil comenzó las investigaciones el pasado mes de enero cuando tuvo conocimiento de la actividad delictiva de un grupo de personas de nacionalidad kosovar, asentadas en Madrid, que podría perpetrar robos con fuerza en empresas y entidades bancarias mediante el método del «butrón», que consiste en perforar una pared para acceder al interior del lugar.

Los agentes descubrieron que la red utilizaba para sus desplazamientos vehículos alquilados en Murcia a nombre de una empresa española de construcción.

Las pesquisas permitieron revelar que este grupo era el responsable de robos cometidos en empresas ubicadas en polígonos industriales de Móstoles, Coslada, Mejorada del Campo, Fuenlabrada, Arganda del Rey, todas ellas de la provincia de Madrid, y otros, en la localidad de Tomelloso (Ciudad Real).

Igualmente, se averiguó que sus miembros estaban implicados en dos tentativas de robo en entidades bancarias de las localidades de Ibi (Alicante) y San Martín de Pusa (Toledo).

En estos dos intentos, los detenidos practicaron «butrones» a través de edificios colindantes con las entidades bancarias, para acceder a su interior, si bien, al no conseguir desactivar completamente los sistemas de alarma, tuvieron que huir del lugar.

En el caso de la tentativa realizada en la entidad bancaria de Ibi, se supo que antes de intentar entrar al banco la organización contó con la colaboración de un español que alquiló una caja de seguridad en la sucursal.

Esta persona, con el objetivo de neutralizar los sistemas de alarma y facilitar el acceso de los ladrones a su interior, visitó el día anterior al intento de robo el búnker donde se hallaban las cajas de seguridad, tomó medidas de la sala para indicar el lugar idóneo para el acceso y roció con un aerosol las cámaras de seguridad.

Entre los imputados en la operación, figuran el español que contrató la caja de seguridad, un empleado de la empresa que alquilaba los vehículos a la organización, y dos administradores de una empresa constructora de Murcia, a cuyo nombre se alquilaban los vehículos que utilizaba la red para sus desplazamientos.

En la furgoneta donde el grupo guardaba el material que utilizaba para cometer los robos, los agentes encontraron siete botellas de gas acetileno, que hubiera supuesto un grave peligro para la integridad de las personas en caso de que se hubiera producido alguna explosión fortuita.

Asimismo, se realizaron varios registros domiciliarios y en uno de ellos se localizó una biblia de gran valor con tapas en oro y plata, que fue sustraída durante un robo cometido en un taller de orfebrería de Mejorada del Campo (Madrid).

La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja (Alicante), ha sido llevada a cabo por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil de Alicante.

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