Una conductora está siendo investigada por un delito de imprudencia grave, después de sufrir un accidente en el que resultaron heridos graves sus dos hijos menores, de 6 y 10 años. La mujer, según informa la Guardia Civil en nota de prensa, intentó agarrar el teléfono que había caído al suelo, lo que provocó que apartara la vista de la carretera y la mano del volante, perdiendo el control del vehículo y saliendo de la vía.
La Guardia Civil tomó declaración a la mujer de 47 años por este accidente ocurrido el 26 de enero en la AP-36 a la altura del término municipal de Villatobas (Toledo). Hasta allí se desplazaron los Atestados de la Guardia Civil de Ocaña y constataron que la conductora conducía manipulando el teléfono móvil que iba adherido al parabrisas delantero para utilizar el GPS. El terminal cayó al suelo, cuando intentó recogerlo, perdió el control del vehículo, salió de la vía, chocó contra el talud que había en la cuneta hasta terminar volcando.
Los menores no llevaban el cinturón
Los dos menores que viajaban junto a su madre salieron despedidos en el interior del vehículo, puesto que viajaban sin el sistema de retención infantil ni el cinturón de seguridad. Tras el accidente los menores fueron evacuados en helicóptero hasta el Hospital Virgen de la Salud de Toledo.
La Guardia Civil llegó a la conclusión de que se trataba de una imprudencia grave en el que «se vulneraron las más elementales normas de previsión y cuidado por parte de la conductora y madre de los menores», indica en el comunicado.
El Equipo de Atestados tomó declaración a la conductora como investigada, no como detenida, por un presunto delito de lesiones por imprudencia grave y el caso ya está en manos del Juzgado de Primera Instrucción de Ocaña.