El abrazo callejero con una desconocida le costó que le robaran un cordón de oro. Nada más y nada menos. Los hechos tuvieron lugar hace unos días en Talavera (Toledo), cuando una señora se cruzó con otra por la calle y, como si fuera su amiga, se abrazó a ella. Pero rápidamente se disculpó por el «error» cometido.
Había truco, efectivamente. Porque minutos después, tal y como informa la Delegación del Gobierno en una nota de prensa, la víctima se percató de que el abrazo de la desconocida le había costado que le robara un cordón de oro que llevaba al cuello y de cuya sustracción no se había dado ni cuenta dada la pericia con la que lo realizó. De hecho, llegó al soltar el broche del cordón en apenas unas décimas de segundo sin que se enterara y sin ejercer en ningún momento la fuerza.
Denunciados los hechos, agentes de la Policía Nacional identificaron, localizaron y detuvieron a la autora, una ciudadana de nacionalidad portuguesa que ya tenía un antecedente por el mismo motivo.