El llanto de las amigas de las niñas muertas sobrecogía. Las familias, destrozadas. Los rostros reflejaban aún horror, pena y sobrecogimiento. 24 horas no son suficientes para que un pueblo se reponga del mazazo que supone descubrir que tres de sus adolescentes han fallecido de madrugada bajo las ruedas de un coche de un conductor que dio positivo en ingesta de alcohol.
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La iglesia parroquial, que ha acogido esta tarde la misa de funeral por las niñas, estaba abarrotada. Las familias, destrozadas por la tragedia que están viviendo. Las acompañaba el alcalde de Fuensalida, Mariano Alonso, que ha estado muy pendiente de ellas en estas fatídicas horas y se ha encargado de atender a los medios de comunicación desplazados hasta el pueblo desde que se conoció el accidente en el que perdieron la vida Michelle, Nerea y Ana.
Michelle y Nerea descansan ya en el cementerio de su pueblo natal. Ana, la más pequeña de las tres, será incinerada y sus restos trasladados al municipio protugués del que proceden sus padres, según ha informado Efe.
Han acompañado a las familias en el funeral el consejero de Presidencia, Leandro Esteban; el exalcalde de Fuensalida y director general de Administración Local, Julián Gómez Escalonilla; el subdelegado del Gobierno en Toledo, José Julián Gregorio; el delegado de la Junta, Fernando Jou; y el alcalde de Torrijos, Juan José Gómez-Hidalgo.
Como les hemos venido contando, el accidente se produjo poco antes de las 7.30 de la mañana del sábado, cuando las jóvenes, junto a otros dos amigos, uno de los cuales sigue grave, regresaban a Fuensalida desde Torrijos por una carretera comarcal. El grupo fue atropellado por un conductor de 30 años que invadió el carril y el arcén contrarios, que era por el que circulaban los adolescentes.
AL parecer, según ha contado el alcalde, todos ellos volvían de una fiesta en Torrijos, a las que las niñas habían ido engañando a sus madres y contándolas que dormían en casa de la otra adolescente.