La Guardia Civil ha detenido a tres personas con edades comprendidas entre los 19 y los 42 años, e investigado no detenido a otras dos, por delitos de cultivo o elaboración de estupefacientes, defraudación del fluido eléctrico y ocupación de inmuebles.
Uno de ellos ocultaba en el interior de un cojín un arma corta que estaba municionada y dispuesta para ser usada, por lo que también ha sido imputado por un delito de tenencia ilícita de armas. Además han sido incautadas 634 plantas de marihuana y 1.120 euros.
En La Mata
La Guardia Civil de Carpio de Tajo tenía sospechas de que en la localidad de La Mata podía existir un cultivo ilegal de marihuana, por lo que de forma conjunta con los agentes del Equipo ROCA de la Guardia Civil de Torrijos, abrieron una investigación y montaron distintos dispositivos en esta población para localizar el lugar exacto donde se podía estar produciendo.
Esta investigación llevó a los agentes hasta dos viviendas donde los moradores estaban ocupando ilícitamente estas propiedades, por lo que solicitaron a la Autoridad Judicial las correspondientes autorizaciones de entrada y registro.
En la primera de ellas los agentes localizaron la infraestructura para este tipo de cultivo en la parte del sótano de la vivienda, por lo que procedieron a su desmantelación e incautaron 124 plantas. Igualmente comprobaron con personal de una empresa de electricidad que existía un enganche ilegal a la red general del fluido eléctrico.
Enganches ilegales, cámaras de vigilancia…
Tras este registro se detuvo a dos hombres y se tomó manifestaciones como investigadas a otras dos personas, por los delitos de cultivo o elaboración de estupefacientes, defraudación del fluido eléctrico y ocupación de inmuebles.
Seguidamente se realizó el segundo registro en una vivienda ubicada en la misma calle y a unos metros de la primera, donde los agentes, como en el caso anterior, hallaron en el sótano un cultivo de alto rendimiento de marihuana de donde incautaron 510 plantas de gran tamaño y en avanzado estado de floración.
En el registro del resto de las estancias la Guardia Civil descubrió que esta propiedad disponía de cámaras de video vigilancia tanto para la vivienda como para la plantación. En uno de los dormitorios, en el interior de un cojín, los agentes encontraron un arma corta real con un cartucho en la recámara y munición para esta arma, además de 1.120 euros ocultos en una caja de un teléfono móvil.
Los agentes desmantelaron toda la infraestructura de esta plantación e incautaron las plantas, el dinero y el arma con la munición y comprobaron que también había un enganche ilegal que alimentaba la vivienda de corriente eléctrica.
Unos días después la Guardia Civil detuvo al responsable de esta segunda plantación por los delitos tenencia ilícita de armas, cultivo o elaboración de estupefacientes, defraudación del fluido eléctrico y ocupación de inmuebles.
Las diligencias instruidas por estos hechos han sido puestas a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia correspondiente de Torrijos.