El dueño de un bar situado en el casco histórico de Toledo ha sido detenido después de denunciar, falsamente porque no fue eso lo que sucedió, que cuando acababa de entrar en su local fue agredido por la espalda, cayó al suelo y tras un forcejeo le robaron la mochila con 800 euros y un ordenador portátil.
El detenido fue previamente a la Comisaría de Policía para denunciar que había recibido una patada en la espalda y que cayó al suelo de bruces.
Pero la investigación permitió demostrar que los hechos que denunció nunca tuvieron lugar y que el detenido había realizado gestiones antes de ir a la Comisaría para averiguar si alguien había visto su mochila, ya que no sabía qué había pasado con ella, pero que finalmente decidió denunciar un robo con violencia para poder obtener una indemnización del seguro.