La Guardia Civil detiene a un hombre de 91 años, quién reside a escasos treinta metros de la zona donde empieza el incendio forestal declarado el pasado sábado 6 de julio, en la localidad toledana de Borox.
El mismo día del incendio, los agentes identificaban a este hombre, el cual se encontraba en las inmediaciones de la zona donde se inicia el fuego, y al día siguiente cuando el Seprona de Illescas está en las inmediaciones de la zona afectada, observa a este mismo individuo amontonando residuos y recogiendo desechos de los alrededores.
«Momentos de pánico»: desalojadas personas y calcinadas 64 hectáreas
El pasado 6 de julio, se iniciaba sobre las 10:00 horas aproximadamente, un incendio forestal muy cerca de las viviendas de la Urbanización “Nuevo Borox” en la localidad toledana de Borox, la zona afectada está consideraba como interfaz urbano-forestal, donde se entremezclan viviendas, urbanizaciones y polígonos industriales con terreno agrícola y masas forestales.
Esa mañana, y una vez activado el dispositivo de Infocam por el 112, además de Guardia Civil, actúan en el lugar diversos medios aéreos y terrestres, agentes medioambientales, bomberos, policía local, medios ayuntamiento del Borox, incluso se desplazan bomberos de la Comunidad de Madrid, decretando sobre las 10:45 horas el Nivel 1 de riesgo, por posible afección a viviendas de la Urbanización “Nuevo Borox”, desalojando hasta 70 personas y 35 viviendas y que finalmente calcinó 64 hectáreas.
Se vivieron momentos de pánico, al quedar cercada por el fuego una cosechadora en un terreno de labor próximo, por la velocidad de las llamas y el fuerte viento reinante, que llegó a alcanzar en algunos momentos hasta los 40 km/hora en ese día, finalmente no se produjeron desgracias personales aunque sí tuvieron que ser atendidas varias personas por los servicios de asistencia médica allí desplazados.
Tras ello, la Guardia Civil identifica a una persona de noventa y un años el mismo día del siniestro, el cual se encontraba en las inmediaciones de la zona donde se inicia el incendio, en principio por el riesgo que ello suponía para su integridad física.
Al día siguiente cuando el Seprona de Illescas está en las inmediaciones de la zona afectada, observa a este mismo individuo amontonando residuos y recogiendo desechos de los alrededores.
Posteriormente y fruto de las investigaciones practicadas se detiene al mismo, quién reside a escasos treinta metros de la zona donde empieza el incendio, siendo puesto a disposición judicial el pasado jueves 11 de julio, decretando medidas cautelares contra esta persona por el propio órgano jurisdiccional.
El delito de incendio forestal según nuestro vigente Código Penal, puede castigar con penas de uno a cinco años de prisión al autor/es, pudiendo ser elevadas a penas de cárcel de 10 a 20 años, sí el incendio ha comportado un peligro para la vida o integridad física de las personas.