La Guardia Civil de Guadalajara ha intervenido una treintena de ejemplares de siluro (Silurus glanis) y de carpa (Cyprinus Carpio) que tres personas transportaban en un vehículo cuando circulaban por la autovía A-2.

La Guardia Civil fue a atender un pinchazo

La aprehensión se llevó a cabo el sábado cuando una patrulla de la Guardia Civil de Brihuega (Guadalajara) acudió a prestar auxilio a un conductor que había pinchado en la A-2, a la altura del kilómetro 75, sentido Barcelona, en el término municipal de Torija, según ha informado hoy la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha.

Una vez en el lugar los agentes observaron que el vehículo presentaba un evidente sobrepeso de carga y tenía el maletero y el habitáculo trasero cargado casi en su totalidad con unos sacos blancos, por lo que se invitó a sus ocupantes a que mostraran el contenido.

Los sacos contenían una treintena de ejemplares de siluro y de carpa con un peso aproximado de unos 400 kilogramos. Según los ocupantes del turismo, estos especímenes los habían capturado en el pantano del Rosarito, situado entre las provincias de Ávila y Toledo, y se dirigían a Zaragoza para venderlos a una empresa para su posterior exportación a Rumanía.

La mercancía fue intervenida pero no hubo detenciones

La Guardia Civil intervino la mercancía ya que el siluro es una especie exótica invasora por lo que está prohibida la tenencia, transporte y comercio de ejemplares, ya estén vivos o muertos.

Además eran transportados en un vehículo no refrigerado, lo que incumple las normativas sanitarias y de trazabilidad.

La Guardia Civil confeccionó un acta denuncia que fue remitida a los servicios periféricos de Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno de Castilla La Mancha en Guadalajara.