El sacerdote boliviano que ejerció como párroco en Alatoz, Carcelén y Villavaliente (Albacete) se enfrenta a una posible condena de 3 años de cárcel, acusado por la Fiscalía de integrar un grupo criminal formado por 17 personas latinoamericanas dedicadas a la comisión de robos y el tráfico de drogas.
El juicio se desarrollará en la sección Primera de la Audiencia Provincial y los principales acusados tienen cargos que podrían valerles más de 14 años de prisión, según figura en el escrito de acusación de la Fiscalía.
De los 17 acusados, 12 son originarios de Paraguay, tres de Colombia, uno de Perú y el citado sacerdote de Bolivia.
La Guardia Civil siguió la pista al grupo criminal a partir de la venta de cocaína en un establecimiento de hostelería de Albacete en el año 2012 y, desde ahí, llegó a la red dedicada a robar «en domicilios de personas de las que previamente habían obtenido información» sobre si vivían solos.
En esta parte de la trama es donde se alude a la participación del sacerdote, Manuel M.O.G., de 38 años, en relación a robos ocurridos en Carcelén y en la pedanía Las Eras de Alcalá del Júcar, donde también ejercía como cura.
La acusación sostiene que el párroco «se ganaba la confianza de los vecinos y podía averiguar sus hábitos y el dinero o bienes que tenían» y, a veces, incluso se hacía con las llaves de los domicilios «para que pudieran cometer los robos de forma impune y sin riesgo para ellos».
La acusación alude a un robo que planeaban cometer el 8 de julio en 2012 en un estanco de Las Eras, acción para la que el cura «debía llevarse a cenar» a la encargada del establecimiento.
El juicio, que comenzará a las 10:30 horas de mañana, continuará durante varios días y los acusados con cargos más graves son Ariel L. y Juan Ángel A.M., para quienes la Fiscalía pide 14 años y cuatro meses de prisión, para cada uno.