La Unión Federal de Policía (UFP) reclama chalecos antibalas para «todos» los agentes, tras el tiroteo que tuvo lugar el pasado sábado en Yuncos (Toledo) cuando unos atracadores hirieron de gravedad a un guardia civil que sigue en la UCI del hospital de Toledo.
En un comunicado, este sindicato policial «se suma» así a la reclamación que hizo el domingo la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) tras el suceso de Yuncos.
La UFP señala en su nota que «muchos policías» deben pagar de su bolsillo el chaleco antibalas, que cuesta unos 500 euros y considera que «no es razonable que los agentes de primera intervención tengan que jugarse la vida, pues, su muerte no va en el sueldo».
«Es un equipo de protección individual básico, una herramienta de trabajo y no entendemos por qué no se entrega un chaleco antibalas a todos», señala el secretario de Comunicación de la UFP, Serafín Giraldo.
La UFP reconoce que se están empezando a repartir 20.000 chalecos entre las unidades de seguridad ciudadana, pero reclama más, ya que se reparten «a cuentagotas» porque son 20.000 para los próximos cuatro años y, además, hay bastantes más policías en la calle, apunta Giraldo.
Por otra parte, la UFP duda de la calidad de los chalecos entregados y afirma que «muchos compañeros los devuelven y se compran otros porque no se terminan de fiar de la eficacia de los chalecos que están entregando», señala Giraldo.
Este sindicato policial lo tiene claro: «ninguna muerte de ningún policía está incluida en el sueldo; una cosa es que estemos dispuestos a jugarnos la vida por la seguridad de todos y otra que no se nos faciliten los medios para que minimicemos los riesgos».