Más de un centenar de personas han respaldado esta tarde en Cuenca la marcha en memoria de J.D.R., el chico de 16 años fallecido el pasado 3 de febrero apuñalado por un compañero de instituto, y han reclamado «justicia» y que no se repitan hechos similares.
Encabezada por la familia del fallecido, de nacionalidad ecuatoriana, la marcha ha partido poco después de las cinco de la tarde desde la estación de Renfe y ha recorrido en silencio las calles de Cuenca hasta la plaza de España, frente a la Subdele donde ha llegado alrededor de las 17.30 horas.
«Pedimos justicia por la muerte de Johny David y que estos actos no vuelvan a ocurrir» rezaban los carteles con la foto del menor fallecido que portaban los manifestantes.
La madre del menor fallecido, Elder Ramírez, ha subrayado que la manifestación es «pacífica y para ver si hay justicia por la muerte de mi hijo» y ha añadido que «quisiera que no vuelva a suceder con nadie, porque es un trago muy amargo».
Ramírez ha manifestado que se ha sentido «muy arropada por mi familia ecuatoriana, que han estado desde el principio y hasta el fin conmigo».
También ha destacado que a la marcha han acudido «los amigos de Tejadillos, que han sido los fieles amigos de mi hijo», y ha lamentado que «al ser extranjero no llama mucho la atención, pero pienso que si hubiese sido al revés, todo los españoles se levantaban contra los ecuatorianos».
Por su parte el presidente de la Asociación de Ecuatorianos «Mariscal Sucre» de Cuenca, Robinson Hidalgo, ha indicado que el propósito de la manifestación «es sensibilizar y motivar a la gente, sobre todo la juventud, de que estos casos no vuelvan a suceder».
La Asociación ha participado en la convocatoria de la manifestación y ha instado a los participantes a acudir con camisetas y pañuelos blancos, «que es sinónimo de paz».
Colectivos de inmigrantes latinoamericanos, representantes de colectivos ciudadanos y de ONG, profesores y alumnos del IES Pedro Mercedes -en el que estudiaban el fallecido y su agresor- han secundado la marcha, aunque como ha precisado a Efe un docente «nos hemos enterado fuera, desde el centro no han dicho nada».
La manifestación ha concluido en la Plaza de España, donde se ha leído un manifiesto a favor de la convivencia pacífica y contra la violencia, y se ha guardado un minuto de silencio en memoria de Johny David.
Yolanda Paucar, una vecina ecuatoriana de Cuenca, ha tomado la palabra para recordar que «ésta una marcha por la convivencia en paz, no estamos de un país o de otro, estamos de todos los países, también vecinos de Cuenca: muchas gracias, porque todos somos seres humanos, que queremos convivir en paz, que nuestros hijos puedan vivir tranquilos, que vayan al colegio o al instituto y no tengamos que estar con el temor de qué podrá pasar».
Paucar ha criticado la violencia que se está admitiendo «a todos los niveles», y ha dado las gracias «a esta valiente madre, que pese a la pérdida que ha sufrido nos ha movilizado a todos: usted es un ejemplo de lucha en paz».
Desde la Asociación de Colombianos ASOCOL, Héctor Fabio Ramírez, ha rechazado que la muerte del joven tuviera un componente racista, sino que lo ha enmarcado en un contexto de violencia que vive la sociedad.
«Estamos muy aparte de pensar esto, aquí no hay problemas de racismo o xenofobia, aquí hay un problema de dos jóvenes víctima de la misma sociedad en que estamos», ha dicho antes de añadir que «la raíz de este problema es la violencia, de la televisión, los videojuegos, y los niños se van criando con esa mentalidad.
Al finalizar el acto, durante el minuto de silencio, la madre del menor ha sufrido un desvanecimiento y ha tenido que ser atendida por una ambulancia.