Algunos de los objetos encontrados durante los registros domiciliarios: machetes, pistolas simuladas…
Establecían una serie de normas para las trabajadoras del club de alterne, por lo que impusieron un férreo control a base de sanciones y multas en caso de incumplimiento. No dudaron, incluso, en amedrentar a las chicas, a las que vejaban verbalmente e incluso en al menos una ocasión golpearon a una de ellas con el fin de que el rendimiento económico no disminuyera y cumplieran fielmente las normas establecidas por los responsables del club. Hechos que tenían lugar en Puertollano (Ciudad Real).
Por eso la Policía Nacional ha detenido a seis personas como presuntas autoras de los delitos de explotación sexual y laboral de mujeres y por tráfico de estupefacientes. Incluso aleccionaban a las mujeres para dar respuestas concretas a los policías en el caso de que se llevaran inspecciones en el local y así evitar que detectaran presuntos hechos delictivos o mujeres en situación irregular en España.
En todo el entramado había un reparto definido de tareas, donde se encuadraba un familiar de uno de los propietarios y un segundo empleado que realizaban labores de encargados-camareros en el local.
E incluso los agentes han comprobado que en abril de este año admitieron a una joven española menor de edad para que ejerciera la prostitución y la instruyeron para que en todo momento se quedara en una habitación y así evitar ser detectada si había alguna inspección.
Al margen de la supuesta explotación laboral y sexual, la organización se dedicaba también al menudeo de droga, que vendían tanto a los clientes como a las mujeres. En los registros realizados se incauraron de cocaína, marihuana, pastillas, pistolas simuladas, machetes, hachas, un palo de madera, una pata de cabra de grandes dimensiones, ordenadores…