La dura historia de Ayana o cómo renacer en un pueblo toledano tras escapar de la esclavitud sexual
La joven de 26 años, cuyo nombre es ficticio, natural de Benin (África Occidental), cuenta cómo llegó a España después de que un familiar cercano la vendiera como esclava sexual. Tras pasar por un centro de menores, una casa de religiosas y un centro de acogida, la Fundación Madrina la ayudó proporcionándole una residencia en Parrillas, donde, ya con tres hijos, sueña con ser diseñadora de moda. Texto: EFE/David Engenios